La verdadera historia del susto que casi provoca un segundo apagón en España
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ToggleCinco meses después del histórico apagón del 28 de abril de 2025, España estuvo al borde de revivir su peor pesadilla energética. Entre el 25 y el 28 de septiembre, el sistema eléctrico español experimentó variaciones bruscas de tensión que encendieron todas las alarmas en Red Eléctrica y obligaron a activar protocolos de emergencia. Lo que muchos ciudadanos no percibieron fue que el país estuvo cerca de sufrir un nuevo colapso eléctrico masivo.
Un sistema eléctrico al límite: qué ocurrió entre el 25 y el 28 de septiembre
Durante esos cuatro días críticos de finales de septiembre, el sistema eléctrico peninsular registró episodios de inestabilidad que recordaron peligrosamente a los síntomas previos al apagón de abril. Las fluctuaciones de tensión detectadas no fueron eventos aislados, sino una secuencia de incidentes que pusieron de manifiesto la fragilidad del sistema ante determinadas condiciones operativas.
Red Eléctrica vuelve a vivir su peor pesadilla desde el apagón de abril
El 7 de octubre de 2025, Red Eléctrica envió un escrito urgente a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) alertando de la observación en las últimas dos semanas de variaciones bruscas de tensión. El operador del sistema reconoció abiertamente el riesgo de que estos fenómenos pudieran desencadenar un nuevo apagón, una admisión que tiene un peso considerable viniendo de la entidad responsable de garantizar la estabilidad del suministro eléctrico nacional.
La situación era tan delicada que el pasado lunes se implementaron medidas para retrasar las rampas de las tecnologías solar fotovoltaica y eólica, reduciendo temporalmente su producción para contener los episodios de tensión brusca.
Sobretensiones y variaciones bruscas: el síntoma de un problema mayor
Las variaciones de tensión registradas no son simples fluctuaciones menores del sistema. Representan alteraciones significativas en los parámetros de estabilidad que, de no controlarse adecuadamente, pueden provocar desconexiones en cascada de instalaciones de generación, tal como ocurrió en abril.
Estos episodios evidencian que el sistema eléctrico español opera actualmente en condiciones límite, donde cualquier perturbación puede desencadenar consecuencias graves. La similitud con los eventos previos al apagón de abril hace que tanto técnicos como responsables políticos vean en estos síntomas una seria señal de alarma.
La respuesta urgente de Red Eléctrica y la CNMC
Ante la gravedad de la situación, las autoridades energéticas han reaccionado con una celeridad inusual, conscientes de que otro apagón generalizado sería devastador no solo económicamente, sino también para la confianza ciudadana en el sistema eléctrico.
Medidas de emergencia: control de rampas y ajustes en renovables
La primera línea de defensa implementada consistió en modificar la forma en que las energías renovables se integran en el sistema. Las “rampas” se refieren a la velocidad con la que una tecnología aumenta o disminuye su generación. Una rampa demasiado pronunciada puede provocar desequilibrios instantáneos entre generación y demanda, alterando los parámetros de tensión y frecuencia.
Las medidas adoptadas incluyen:
- Ralentización de las rampas fotovoltaicas: Reducir la velocidad a la que los parques solares aumentan su producción durante las primeras horas de sol
- Control de las rampas eólicas: Gestionar de forma más gradual los cambios en la generación eólica ante variaciones de viento
- Reducción temporal de generación: En momentos críticos, limitar la producción renovable para evitar sobretensiones
Cuatro modificaciones de operación aprobadas en tiempo récord
La CNMC ha iniciado la tramitación de medidas coyunturales y acotadas en el tiempo, mientras continúa su labor de supervisión y se termina de desplegar el nuevo procedimiento operativo que permitirá a todas las tecnologías aportar control de tensión.
Red Eléctrica solicitó formalmente la introducción de modificaciones urgentes en varios procedimientos de operación eléctricos, un proceso que normalmente requiere meses pero que se ha acelerado dada la urgencia de la situación.
Estas modificaciones afectan a:
- Procedimientos de control de tensión: Nuevos requisitos para instalaciones de generación
- Protocolos de coordinación: Mejora de la comunicación entre operadores
- Límites de operación: Ajuste de parámetros técnicos de funcionamiento
- Sistemas de monitorización: Refuerzo de la vigilancia en tiempo real
La tensión sigue sin estar bajo control total
A pesar de las medidas implementadas, la situación dista de estar completamente resuelta. Los episodios de variaciones bruscas continúan produciéndose, aunque con menor intensidad y frecuencia gracias a las intervenciones realizadas. Sin embargo, esto significa que el sistema opera bajo un régimen especial, con restricciones que pueden afectar tanto a la eficiencia económica como al aprovechamiento óptimo de la generación renovable.
La estabilización completa requerirá inversiones estructurales y cambios más profundos en la gestión del sistema, que no pueden implementarse de la noche a la mañana.
¿Por qué se producen las variaciones de tensión en la red eléctrica?
Para entender la crisis que hemos vivido es fundamental comprender las causas técnicas que provocan estos fenómenos de inestabilidad. La respuesta no es simple, sino que resulta de la combinación de varios factores estructurales y operativos.
El exceso de generación solar fotovoltaica en el suroeste español
España ha experimentado un boom espectacular de la energía solar fotovoltaica, especialmente en las regiones del suroeste (Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha). Esta concentración geográfica de generación crea desafíos operativos significativos:
- Generación localizada masiva: Miles de megavatios se inyectan en puntos relativamente cercanos de la red
- Infraestructura de evacuación insuficiente: Las líneas de alta tensión no fueron diseñadas para transportar tales volúmenes
- Rampas pronunciadas: La generación solar varía drásticamente con las condiciones atmosféricas
- Sincronización del pico: Todas las plantas solares producen simultáneamente su máximo a mediodía
Esta situación crea “cuellos de botella” en la red donde la tensión puede elevarse peligrosamente, superando los límites técnicos de seguridad que activan protecciones automáticas de desconexión.
La falta de regulación continua de tensión en las renovables
A diferencia de las centrales convencionales (térmicas y nucleares), muchas instalaciones renovables, especialmente las más antiguas, carecen de capacidad para regular activamente la tensión de red. Esta limitación técnica significa que:
- Operan como “tomadores de tensión”: Simplemente se adaptan a la tensión de red sin contribuir a su control
- No proporcionan servicios de sistema: Carecen de la capacidad de estabilización que sí ofrecen las centrales convencionales
- Incrementan la variabilidad: Añaden cambios bruscos sin poder compensar sus propias fluctuaciones
Aunque las nuevas instalaciones renovables ya incorporan tecnología de control de tensión, el parque existente supone decenas de gigavatios sin esta capacidad, creando un déficit estructural de regulación.
El papel de los ciclos combinados y la energía nuclear en el equilibrio del sistema
Las centrales de ciclo combinado de gas natural y las plantas nucleares han sido tradicionalmente las “anclas” del sistema eléctrico, proporcionando estabilidad mediante:
- Inercia rotacional: Sus grandes turbinas físicas amortiguan cambios bruscos de frecuencia
- Control de tensión: Sistemas de excitación que ajustan automáticamente la tensión generada
- Reserva de potencia: Capacidad de aumentar o reducir generación rápidamente
Sin embargo, el incremento de renovables ha reducido la participación de estas tecnologías en el mix, disminuyendo proporcionalmente su capacidad estabilizadora disponible. En momentos de alta generación renovable, puede haber muy pocas centrales convencionales conectadas, dejando al sistema con escasa capacidad de regulación.
Este es el dilema central: más renovables significa menos estabilizadores tradicionales operando, justo cuando se necesita más capacidad de control para gestionar la variabilidad renovable.
El papel del autoconsumo y los nuevos retos del sistema eléctrico
Más allá de los grandes parques renovables, existe un factor adicional que complica la operación del sistema y que permanece parcialmente invisible para el operador: el autoconsumo distribuido.
9 GW de autoconsumo: un desafío invisible para el operador del sistema
España ha alcanzado aproximadamente 9 GW de potencia instalada en autoconsumo fotovoltaico, distribuidos en cientos de miles de instalaciones residenciales, comerciales e industriales. Este volumen representa ya una cifra significativa, comparable a varias centrales nucleares.
El problema operativo radica en que esta generación:
- No es directamente observable: Red Eléctrica ve reducción de demanda, pero no siempre puede distinguir si es menor consumo o mayor autoconsumo
- Reduce la demanda visible: Los consumidores autoconsumen primero su propia generación antes de tomar de red
- Crea efectos de rampa ocultos: Cuando las nubes pasan, miles de instalaciones dejan de autoconsumir simultáneamente, creando un aumento súbito de demanda de red
- Afecta las previsiones: Los modelos de predicción de demanda se complican al incluir esta variable difusa
Menor demanda y más generación: un equilibrio cada vez más frágil
El sistema eléctrico español enfrenta una paradoja: mientras la capacidad de generación renovable crece exponencialmente, la demanda se mantiene relativamente estable o incluso decrece en ciertos períodos debido a mejoras de eficiencia y autoconsumo.
Esta dinámica genera situaciones problemáticas:
- Sobreproducción estructural: En muchas horas del día hay más capacidad de generación que demanda
- Precios negativos: Los excedentes llevan a que el precio de la electricidad sea negativo en horas solares
- Curtailment (vertidos): Se desaprovecha generación renovable por falta de demanda o capacidad de evacuación
- Inestabilidad operativa: Los márgenes de maniobra del operador se reducen
La situación de septiembre evidenció estos problemas: alta generación renovable, demanda moderada, pocas centrales convencionales estabilizadoras en operación, y como resultado, episodios de sobretensión peligrosos.
La urgencia de adaptar la red a un nuevo modelo energético
El sistema eléctrico español fue diseñado en el siglo XX para un modelo centralizado: pocas centrales grandes y predecibles conectadas a una red que distribuía la electricidad a consumidores pasivos. El modelo del siglo XXI es radicalmente diferente: millones de puntos de generación distribuida, producción variable, consumidores que también generan, y flujos bidireccionales de energía.
Esta transformación requiere:
Refuerzo de redes: Ampliación de la capacidad de transporte y distribución, especialmente en zonas de alta generación renovable
Almacenamiento masivo: Baterías a escala de red para absorber excedentes y liberarlos cuando sea necesario
Digitalización avanzada: Sistemas de control y monitorización en tiempo real con inteligencia artificial
Flexibilidad de la demanda: Mecanismos para que consumidores ajusten su demanda según disponibilidad de generación
Servicios de sistema modernos: Nuevas formas de proporcionar estabilidad sin depender de centrales convencionales
Más renovables, más responsabilidad: lecciones del susto energético
El episodio de septiembre no debe interpretarse como un argumento contra las energías renovables, sino como una llamada urgente a gestionar la transición energética con mayor planificación y responsabilidad técnica.
La tecnología no es el problema, sino su gestión
Las energías renovables son tecnologías maduras y fiables. El problema no reside en los paneles solares o los aerogeneradores, sino en cómo integramos masivamente estas tecnologías en un sistema que no fue diseñado para ellas.
España ha apostado acertadamente por la descarbonización y el despliegue renovable, pero esta apuesta debe ir acompañada de:
- Inversión en infraestructura: No solo en generación, también en redes y almacenamiento
- Regulación adaptada: Normas que exijan capacidades de control a todas las instalaciones
- Coordinación eficaz: Entre operadores, productores y distribuidoras
- Visión a largo plazo: Planificación que anticipe problemas antes de que ocurran
Por qué España necesita más demanda controlada y mejor planificación
Una de las soluciones más efectivas para absorber los excedentes renovables y estabilizar el sistema es aumentar la demanda flexible: consumo que puede activarse cuando hay exceso de generación y reducirse cuando escasea.
Esto incluye:
- Electromovilidad inteligente: Millones de vehículos eléctricos cargando en horas solares
- Bombas de calor: Climatización eficiente que consuma cuando la electricidad es abundante y barata
- Industria flexible: Procesos que puedan programarse según disponibilidad energética
- Hidrógeno verde: Electrolizadores que transformen excedentes eléctricos en combustible almacenable
- Sistemas de almacenamiento distribuido: Baterías domésticas e industriales
Además, es imprescindible mejorar la planificación:
- Análisis de escenarios: Prever situaciones críticas y preparar respuestas
- Simulaciones avanzadas: Modelar el comportamiento del sistema bajo diferentes condiciones
- Inversión coordinada: Asegurar que generación, redes y almacenamiento crezcan equilibradamente
- Transparencia: Comunicar claramente los retos y las soluciones a la sociedad
Energy Tricolor y su compromiso con un sistema energético sostenible y equilibrado
En Energy Tricolor entendemos que la transición energética es el camino correcto e inevitable, pero también sabemos que debe realizarse con rigor técnico y responsabilidad. Los acontecimientos de septiembre nos recuerdan que la sostenibilidad no es solo ambiental, también debe ser técnica y económica.
Nuestro compromiso es doble:
Promover las energías renovables: Ayudando a empresas y particulares a generar su propia energía limpia con instalaciones fotovoltaicas de calidad, diseñadas para contribuir positivamente al sistema eléctrico.
Fomentar el consumo inteligente: Ofreciendo soluciones que permitan a nuestros clientes consumir energía de forma flexible, aprovechando los momentos de mayor generación renovable y contribuyendo así a la estabilidad del sistema.
Creemos que cada consumidor puede ser parte de la solución. Una instalación fotovoltaica bien dimensionada, combinada con almacenamiento y gestión inteligente del consumo, no solo reduce la factura eléctrica y la huella de carbono, sino que también ayuda a estabilizar la red.
El susto de septiembre debe servir como catalizador para acelerar las inversiones necesarias y modernizar nuestro sistema eléctrico. En Energy Tricolor, trabajamos cada día para que la transición hacia un modelo 100% renovable sea también un modelo 100% fiable y estable.
Porque un futuro sostenible no puede construirse sobre un sistema frágil. La energía limpia debe ser también energía segura.
El episodio de variaciones bruscas de tensión de septiembre de 2025 quedará como un recordatorio de que la transición energética, siendo necesaria y beneficiosa, requiere inversión, planificación y adaptación constante de nuestras infraestructuras. En Energy Tricolor, seguimos comprometidos con una transición inteligente, segura y sostenible para todos.